viernes, 25 de enero de 2013

LUIS FERNANDO NORAMBUENA FERNANDOIS

LUIS FERNANDO NORAMBUENA FERNANDOIS Rut : Sin información F.Nacim. : -08-43, 30 años a la fecha de su detención Domicilio : Población Capitán Orella, Block 14, Depto.41, San Antonio E.Civil : Casado, 1 hijo Actividad : Trabajador de Esso Industrial C.Repres. : Partido Socialista, Comité Central; Regidor por San Antonio; Secretario Regional de la Central Unica de Trabajadores (CUT). F.Detenc. : 14 de septiembre de 1973 SITUACION REPRESIVA Luis Fernando Norambuena Fernandois, casado, padre de un hijo, trabajador de ESSO, Regidor por San Antonio, miembro del Comité Central de Partido Socialista, fue detenido el día 14 de septiembre de 1973, cuando se presentó en la Fiscalía Militar que funcionaba al interior del Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, cuyo Comandante era el entonces Coronel Manuel Contreras Sepúlveda. Norambuena había sido llamado por Bando militar a través de la radio Sargento Aldea de San Antonio. Permaneció recluido en la Cárcel de San Antonio, desde donde fue trasladado a Investigaciones de esa ciudad, y posteriormente al Regimiento de Tejas Verdes, desapareciendo desde este recinto el 5 de octubre de 1973, junto a otros cinco detenidos: Víctor Fernando Mesina Araya, Jorge Luis Ojeda Jara, Ceferino Santis Quijada, Gustavo Farías Vargas y Florindo Alex Vidal Hinojosa. El cadáver de este último fue encontrado, el 17 de octubre de 1973, en la desembocadura del río Rapel, siendo el único entregado a su familia. Días antes, el 6 de octubre, también en el río Rapel, se hallaron los cuerpos de Víctor Mesina y José Luis Ojeda, los que fueron sepultados en el Cementerio Parroquial de San Antonio por orden judicial y sin conocimiento de sus respectivos familiares. Cuando se conoció esta información se solicitó al Tribunal la exhumación de sus restos, lo que no se pudo concretar, debido a que no logró establecerse el lugar de entierro. En cuanto al afectado, se comentó entre los detenidos que había sido lanzado al mar, amarrado y herido. Norma Quiroz Guaico -cuñada de la víctima- lo vio y conversó con él en la Cárcel de San Antonio el 15 de septiembre de 1973. El afectado le contó que se había entregado voluntariamente y se mostró inquieto porque su esposa -hermana de la testigo- había tenido su guagua recién el 1° de septiembre y se encontraba convaleciente. Ella lo notó en mal estado. Posteriormente, Norma Quiroz continuó viéndolo, pero ya de lejos, cuando lo sacaban de la Cárcel para llevarlo a interrogatorio al Regimiento de Tejas Verdes. Ante el Tribunal, la testigo dijo que los militares llevaban a los detenidos a punta de culatazos y golpes. Como, con el transcurso de los días, comenzó a juntarse mucha gente frente al presidio, aprovechando esa oportunidad para ver a sus familiares presos y gritar exigiendo su libertad, empezaron a encapuchar a los afectados con sacos harineros sucios. Aunque no podían ver el rostro de los detenidos, muchas personas los reconocían por las vestimentas. Más tarde, se ordenó sacar a los presos durante la noche, por cuanto cada vez se juntaba más gente en la calle, aunque fuera sólo para mirar lo que ocurría. La testigo -aunque ya no le permitían verlo- le llevaba diariamente una vianda de alimentos, la que fue recibida hasta alrededor del 15 de octubre de 1973. Días después, aproximadamente el 20 de octubre, una persona le entregó la argolla matrimonial y el carnet de su cuñado, señalándole que pasara a retirar el resto de las pertenencias de la víctima. Ante sus consultas, en la Cárcel informaron a la familia que Norambuena había sido trasladado al Regimiento de Tejas Verdes, donde permanecía incomunicado por orden de Manuel Contreras Sepúlveda. El Fiscal Militar de dicho recinto, David Maturana, informó a la madre de Luis Norambuena -ya fallecida- que su hijo estaba en libertad, mostrándole un libro en el que aparecía la firma de él. En forma burlesca se le dijo que "lo fuera a buscar a los cerros de Melipilla". El ex detenido José Joel Muñoz Vergara relata que fue aprehendido el 14 de septiembre de 1973, cuando se presentó en el Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes después de ser llamado por Bando a través de la radio Sargento Aldea. Al ingresar, lo dejaron en una multicancha, junto a otros detenidos, para ser llevado, en horas de la tarde, al Parque de Materiales del recinto militar, al lado del puente sobre el río Maipo y cerca de donde se levantaría después el Campamento de Prisioneros. Aquí estuvo con otros 20 detenidos, entre ellos, Luis Norambuena Fernandois, Juan Opazo (abogado) y José Cornejo Aliaga (profesor). Ese mismo día, el testigo fue llevado a la Cárcel de San Antonio, e instalado en un colectivo en que estaban Luis Fernando Norambuena, Raúl Bacciarini (se le aplicaría la denominada ley de fuga junto a otros cinco detenidos), Ceferino Santis (actualmente detenido desaparecido), José Cornejo y Gómez. Por su parte, el ex prisionero Jorge Manuel Silva Huerta también vio al afectado en la Cárcel de San Antonio. Asimismo, Onofre Segundo Aguila Parra declaró haber visto a Norambuena en dicho establecimiento carcelario. El declarante fue detenido el 13 de septiembre de 1973 y conducido a Tejas Verdes, en donde el Fiscal Miranda ordenó que lo llevaran a la Comisaría de Carabineros de San Antonio. Desde aquí fue trasladado a la Cárcel, en la que ya había una importante cantidad de presos políticos. Onofre Aguila, al igual que el resto de los detenidos, fue sacado en distintas oportunidades a Tejas Verdes, para ser interrogado y torturado. En uno de sus interrogatorios participó una persona de apellido Araya que trabajaba en la Radio Sargento Aldea y que era Oficial de reserva del Ejército. A comienzos de octubre de 1973, encontrándose en la Cárcel, el testigo acudió, a petición de un gendarme a una celda en la que había un preso aislado. Se trataba de Luis Norambuena Fernandois, a quien el declarante conocía con antelación. Estaba maltrecho, con hematomas visibles, barbudo y casi no se podía parar. Le contó que había sido torturado personalmente por Manuel Contreras Sepúlveda y por un Capitán de apellido Jara, los que lo habían sentenciado a muerte. Lo sacaron de la Cárcel junto a Ceferino Santis. Después, el testigo se enteró que había sido ejecutado. Héctor Freddy Silva Vergara es otra de las personas que fue detenida en la Fiscalía Militar del Regimiento de Tejas Verdes al momento de presentarse, respondiendo a un llamado que se hizo por Bando. Señala que fue detenido el 13 de septiembre de 1973, y permaneció de pie, con las manos en la nuca en una cancha ubicada al interior de dicho recinto militar junto a unas 100 personas más, en su gran mayoría, habitantes de San Antonio, de 8 a 16 horas. Al cabo de este tiempo, fueron conducidos, en camiones militares, a la Cárcel de San Antonio. Se les ubicó en colectivos que no daban abasto para tantos detenidos, por lo que muchos debieron dormir en el suelo. Fue en este recinto penal donde vio a Luis Norambuena, el que permaneció todo el tiempo absolutamente incomunicado, tanto de sus familiares como del resto de los detenidos. Se le mantenía aislado en una celda de castigo, logrando el testigo conversar con él a través de una rejilla. Después, Héctor Freddy Silva supo que habían sacado a Norambuena de la Cárcel y que lo habían asesinado. El ex prisionero Manuel Felipe Hover Medina vio en la Cárcel de San Antonio a Luis Fernando Norambuena, a quien conocía desde niño. Este se encontraba incomunicado en una celda y lograba conversar con otros detenidos a través de una especie de ventana superior. Aunque no pudo apreciar las condiciones físicas en que se encontraba supo que, a fines de septiembre de 1973, lo habían sacado del recinto junto a Ceferino Santis para ser llevado a Tejas Verdes. Después escuchó que había sido ejecutado y su cuerpo fue lanzado al mar. Ante el 1° Juzgado del Crimen de San Antonio, en 1991, Moisés Uldaricio Torres Rojas, declaró haber visto al afectado en la Cárcel de dicha ciudad. En dos oportunidades conversó con él y, después, se informó por las autoridades militares que había sido puesto en libertad. Sin embargo, por otras fuentes supo que lo habían lanzado al mar, en la desembocadura del río Maipo. Moisés Torres fue detenido el 13 de septiembre de 1973 cuando se presentó en la Comisaría de Carabineros de Santo Domingo después de ser llamado por Bando militar difundido por Radio Sargento Aldea. Por su parte, Juan Antonio Betancourt Román -quien también permaneciera detenido en la Cárcel de San Antonio y en el Regimiento de Tejas Verdes- supo a través de un sobrino suyo, ya fallecido, Nelson Méndez, quien había sido Sargento en Tejas Verdes, que Luis Norambuena y Ceferino Santis fueron lanzados al mar desde un helicóptero, frente a la costa de San Antonio. También Hernán Becerra Madrid escuchó comentarios de que el afectado habría sido lanzado al mar. El testigo habló con Norambuena en la Cárcel. Mario López Cisternas, quien fuera detenido el 14 de septiembre de 1973, después de ser llamado por Bando, declara que vio al afectado en tres oportunidades en la Cárcel de San Antonio. Según lo declaró ante el Tribunal, Norambuena se veía muy mal físicamente y caminaba inclinado, producto de las torturas a que fue sometido. Mario Jacinto Márquez -ex Alcaide de la Cárcel de San Antonio y que declarara tanto ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación como ante el 1° Juzgado del Crimen de San Antonio, en 1990 y 1991 respectivamente- es otro testigo de la permanencia del afectado en dicho recinto penal. El testigo expuso que, el 11 de septiembre de 1973, alrededor de las 17 horas, tuvo que presentarse en el Regimiento de Tejas Verdes. Allí, el Comandante y Gobernador Provincial, Manuel Contreras Sepúlveda, a la sazón Coronel de Ejército, le indicó, verbalmente, que continuara en su cargo de Alcaide de la Cárcel, diciéndole que, a partir de ese momento, comenzarían a llegar "prisioneros de guerra" y que, por tanto, los presos comunes debían ser evacuados a la Cárcel de Melipilla. Con el transcurso de los días, el penal, que tenía una capacidad para recibir a 180 presos, se atiborró de detenidos, llegando a albergar a unas 300 personas. En un comienzo -señaló el declarante- las cosas no eran demasiado ordenadas en cuanto al ingreso de detenidos, los que traían una orden firmada por el Fiscal Militar David Miranda. Sin embargo, después se les empezó a ingresar en los registros de acuerdo a las reglas generales de Gendarmería. Todos los días personal del Ejército sacaba a determinado número de detenidos para trasladarlos al Regimiento de Tejas Verdes. El traslado lo efectuaba una patrulla militar al mando del suboficial Carranca, muchas veces participó también el Fiscal Miranda. Se movilizaban en jeeps, camiones y camionetas frigoríficas que eran de propiedad de las dos pesqueras que había en la zona. Como norma general se encapuchaba a los detenidos. Luego la costumbre se fue perdiendo porque también comenzaron a sacarlos para borrar las consignas políticas que se pintaba en la calle. Cuando los presos retornaban de los interrogatorios en Tejas Verdes, lo hacían hechos "una calamidad" y los funcionarios de Gendarmería se convirtieron en "el paño de lágrimas" de ellos. El establecimiento penal era visitado continuamente por Manuel Contreras Sepúlveda y por el Fiscal David Miranda. También solían llegar un Teniente de apellido Carevic y un Oficial de apellido Quintana. En una oportunidad, el testigo conversó con Manuel Contreras respecto al estado en que volvían los detenidos desde Tejas Verdes, pero éste no manifestó interés alguno en escucharlo. Situación similar se produjo cuando se decidió el fusilamiento de dos carabineros de Algarrobo, dentro del recinto penal. Mario Jacinto Márquez se opuso a que la ejecución se realizara en dicho lugar. Sin embargo, el ex jefe de la DINA determinó lo contrario. En cuanto a Luis Norambuena, Márquez recuerda que efectivamente estuvo en la Cárcel de San Antonio y que mostraba huellas de malos tratos. En una oportunidad fue sacado para Tejas Verdes y no retornó. También existen testigos de la permanencia de Luis Norambuena Fernandois en el Regimiento de Tejas Verdes. Amador Arturo Aguila Maturana fue detenido el 27 de septiembre de 1973 por efectivos de Investigaciones y del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), dirigidos por el Jefe de Investigaciones, Valdés y por el Capitán de Ejército Mario Jara. Declara que conducido a Tejas Verdes, en donde se le sometió a diversas torturas. Una noche, durante los primeros días de octubre de 1973, alrededor de las 24 horas, cuando el testigo regresaba de un interrogatorio, fue introducido en la construcción que hacía las veces de comedor. Ahí vio a un grupo de detenidos a los que tenían separados del resto. Los militares prohibieron hablar con ellos porque, según dijo un soldado de apellido Ahumada, iban a salir en libertad. El grupo estaba compuesto por Luis Norambuena, Ceferino Santis Quijada, Gustavo Farías Vargas, Florindo Alex Vidal Hinojosa, Víctor Fernando Mesina Araya y Jorge Luis Ojeda Jara. Al día siguiente, estas personas ya no estaban en el Campamento, llamándole la atención al resto de los detenidos que la ropa de Gustavo Farías aún permanecía en su cabaña. Luis Alberto Sepúlveda Carvajal, quien en 1973 era funcionario del Instituto Médico Legal de San Antonio, desempeñándose como Auxiliar del Médico Legista, doctor Julio Berdichesky, declaró ante el 1er. Juzgado del Crimen de San Antonio en 1991. Expuso que el 23 de septiembre de 1973 lo requirieron desde la morgue, ubicada en el Hospital Local. Al presentarse en su lugar de trabajo, vio seis cuerpos en el suelo, uno encima de otro, entre los que estaban los cadáveres de cuatro dirigentes marítimos del Sindicato de Estibadores de San Antonio (Héctor Rojo Alfaro, Samuel Núñez González, Armando Jiménez Machuca y Guillermo Alvarez Cañas), de un dirigente socialista, Raúl Enrique Bacciarini Zorrilla y de Fidel Alonso Bravo Alvarez. (Todos ellos habían sido vistos en muy malas condiciones físicas, recluidos, entre otros recintos, en el Regimiento de Tejas Verdes). Los cadáveres -según lo constató el testigo- estaban casi destrozados por heridas de arma blanca y los impactos de bala que presentaban, por su trayectoria, inequívocamente habían sido hechos post-mortem y con los cuerpos en el suelo. Dado la situación, el doctor Berdichesky se comunicó telefónicamente con el Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, en donde se le señaló que sólo les interesaba legalizar las defunciones, que no practicara autopsia, que la data de muerte era el 22 de septiembre de 1973, a dos kilómetros al sur del Retén Atalaya, y que los cuerpos debían salir directamente al Cementerio, con un intervalo de una hora cada uno y con un acompañamiento no superior a tres personas por cadáver. Oficialmente se informó que los detenidos habían intentado fugarse cuando eran trasladados a Bucalemu. Al día siguiente, el doctor Berdichesky le contó al testigo que había sido llevado al Regimiento de Tejas Verdes, en donde lo obligaron a cambiar el informe médico, borrando la parte relativa a las heridas a arma blanca y poniendo en su lugar heridas por balas de guerra. El 27 de septiembre de 1973, el auxiliar del médico legista Luis Alberto Sepúlveda fue detenido por militares y conducido a Tejas Verdes en una camioneta de la Pesquera Arauco. Fue introducido en una oficina en la que se encontraba el Juez del Crimen de San Antonio, Patricio Bravo Larraín, el Comandante del Regimiento, Manuel Contreras, y un civil que le dijo a éste último que lo hacía responsable de la suerte del declarante. El testigo fue sometido a torturas y el Fiscal David Miranda le dijo a su cónyuge que lo habían detenido por falsear informes de autopsia. Mientras permanecía en Tejas Verdes, vio, entre otros, a Gustavo Farías, a Florindo Alex Vidal y a Ceferino Santis, metidos en unos "nichos" que se hacían con estructuras metálicas que eran utilizadas para los puentes. En los primeros días de octubre, en la noche, el testigo fue subido a una camioneta, a la que también subieron a Norambuena, Santis, Farías y Vidal, y a otras personas que el declarante no recuerda. Se trataba de una camioneta perteneciente a la Pesquera Arauco, de las que usaban para el transporte del pescado. El testigo alcanzó a conversar con el afectado y éste le dijo que los iban a matar. Cuando el vehículo se ponía en marcha, los militares bajaron al declarante y le dijeron "por el bien tuyo y por el de nosotros, tú no has visto nunca esta camioneta". Arturo Florencio Farías Vargas -hermano del detenido desaparecido Gustavo Farías Vargas- fue detenido el 15 de septiembre de 1973, cuando se presentó en el Regimiento de Tejas Verdes, después de haber sido llamado por Bando. Estando en la Cárcel de San Antonio, el 16 de septiembre, cerca de las 21 horas fue sacado de su celda y conducido, en una camioneta station wagon, junto a Luis Norambuena, Ceferino Santis, a Jorge Cornejo Carvajal y a Patricio Rojas González (estos dos últimos fueron ejecutados el 18 de noviembre de 1973), hasta las dependencias del Cuartel de Investigaciones de San Antonio, en donde fueron interrogados por separado. Alrededor de las 4 de la mañana del 17 de septiembre, fueron devueltos al establecimiento penal, quedando en celdas de castigo e incomunicados, Norambuena, Santis, Rojas y Cornejo. Posteriormente, en los primeros días de octubre de 1973, Arturo Farías fue llevado nuevamente desde la Cárcel de San Antonio a Tejas Verdes, alrededor de las 24:00 horas, siendo interrogado durante toda la noche. De amanecida, fue sacado al patio donde estacionaban los vehículos. Allí había dos grupos de detenidos, siendo llevado a uno de ellos en el que había cinco personas, en esos momentos un Sargento dijo "el detenido no va con el Comandante", de modo que el testigo fue llevado al otro grupo de recluidos. En el primero de éstos, Arturo Farías reconoció a su hermano, Gustavo Farías, el que se notaba muy agotado, igual que el resto; a Luis Norambuena, quien vestía una parka roja y bluejeans; a Ceferino Santis; a Florindo Alex Vidal Hinojosa, y a Jorge Ojeda Jara, a quien le habían quebrado la columna durante las torturas. El declarante no volvió a ver a ninguno de ellos. Esta fue la última vez en que se vio a ese grupo de detenidos. (NOTA: en este grupo se encontraba una sexta persona: Víctor Mesina Araya). GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS El 6 de febrero de 1991, la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación remitió antecedentes al 1° Juzgado del Crimen de San Antonio, acerca de 21 casos de desaparecimientos y homicidios ocurridos en el Campamento de Detenidos del Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, del que, en 1973, era Comandante Manuel Contreras Sepúlveda. Entre los casos presentados estaba el de Luis Fernando Norambuena Fernandois. Se instruyó así la causa rol N°51.071-11, por presunta desgracia y otros, el 22 de febrero de 1991. El proceso se inició con la citación a comparecer a todas las personas que declararon ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación. Posteriormente se realizaron numerosas diligencias. En el caso particular del afectado, el 22 de mayo de 1991 se interpuso ante este Tribunal una querella por secuestro agravado y presunto homicidio calificado cometidos en la persona de la víctima. En la presentación, junto con relatarse las circunstancias que rodearon la detención y desaparición de Luis Norambuena, se solicitó la citación a testigos de reclusión del afectado y distintos oficios destinados a recabar información relativa a su posible destino. De esta manera, durante 1991 las diligencias se centraron en tomar declaraciones a los testigos, cuyos testimonios establecieron la permanencia de la víctima en la Cárcel de San Antonio, su interrogatorio en el Cuartel de Investigaciones de dicha ciudad, las torturas a que fue sometido y su desaparición desde el Regimiento de Tejas Verdes. En su aspecto general, durante la tramitación del proceso, se solicitó, en noviembre de 1991, la remisión del sumario que se ha llevado en el Colegio Médico en contra del doctor Vittorio Orvieto, reconocido por numerosos testigos como torturador en Tejas Verdes. También se pidió la comparecencia de Nelson Valdés Cornejo, en 1973, Segundo Jefe de Investigaciones de San Antonio y quien fuera reconocido como interrogador. Además se pidió que se citara a Roberto Araya Silva, locutor de Radio Sargento Aldea y que fue visto con uniforme militar acompañando al ex jefe de la DINA, Manuel Contreras. El 17 de diciembre de 1991, compareció ante el Tribunal, Nelson Patricio Valdés Cornejo, quien reconoció su Jefatura en Investigaciones de San Antonio, pero negó su participación en torturas y detenciones. Dijo haber concurrido al Regimiento de Tejas Verdes sólo para constatar si entre los presos políticos había algún delincuente habitual. Señaló que era fácil ser reconocido porque había sido Presidente de un Club Deportivo de Cartagena. Se realizaron además una serie de gestiones por los distintos casos en investigación y a diciembre de 1991, la causa aún se encontraba en tramitación y con diligencias pendientes.

jueves, 17 de enero de 2013

Entrevista a Aucán Huilcamán en "The Clinic"

El regreso de Aucán Huilcamán A.R. y P.V. 17 Enero, 2013 Tags: Aucán Huilcamán, cumbre mapuche, gobierno Si ayer las cosas le salieron bien a Aucán Huilcamán, hoy el gobierno está en un brete que no se esperaban. El histórico dirigente del Consejo de Todas las Tierras (CTT) había convocado junto a una serie de organizaciones mapuche a una cumbre en el Cerro Ñielol de Temuco para anunciar que harían un autogobierno. Esta entrevista terminó de hacerse un día antes del encuentro y acá Aucán Huilcamán explica lo que podría ser un salto en el conflicto y la refundación del movimiento. Esto usted lo venía preparando hace tiempo. -Mucho tiempo. Pero esta cumbre es imposible separarla de la coyuntura. -Así es. El 19 de diciembre hicimos una reunión de varias organizaciones y dijimos nos vamos a seguir reuniendo para ver cómo utilizar los tratados. Pero pasaron esos acontecimientos, la muerte de la familia Luchsinger, y dijimos hay que acelerarlo, llamemos a una cumbre para nuestra propia gente y no nos quedemos en eso: tenemos que hablarle a la sociedad chilena y a todas sus instituciones, Y quisimos poner al tanto a la sociedad chilena que el próximo paso que vamos a dar aquí en el sur va a ser la conformación de un autogobierno mapuche. Hay un conjunto de mapuches dispuestos a transitar ese proceso y queremos saber cuál va a ser la conducta de ustedes, porque no estamos haciendo una cosa antojadiza, lo estamos haciendo al amparo del derecho internacional. ¿Esto es desafiar al Estado? -No hay desafío, porque la declaración de Naciones Unidas es una declaración de DD.HH. y los derechos humanos no son desafiantes. Los Estados tienen que desarrollar la función de cumplir lo que se ha comprometido internacionalmente. No es ningún desafío. Ni rebelión, ni revolución. No. Es una declaración política. -Evidentemente. ¿Y por qué llegamos a la violencia? -Es resultado de los 132 años después de la Pacificación de la Araucanía, la falta de entendimiento, de respeto, de reconocimiento recíproco. La Pacificación significó conculcar derechos políticos, como la autodeterminación. En el pueblo mapuche está muy fresca la pacificación, porque le pasó a nuestros abuelos. Mi abuela me relataba cómo se fundó Lumaco, cuando llegó Cornelio Saavedra. Mi abuela tuvo 102 años y falleció. Todos tenemos una conciencia colectiva porque se relató lo que fue el despojo y el Estado nunca subsanó eso. ¿Qué lectura le hace usted al incendio en que mueren los Luchsinger? ¿Es un atentado? -Nadie lo puede avalar porque el primer derecho humano es el derecho a la vida. Si es un atentado, evidentemente es una medida absurda, de quien lo haya hecho. Porque el reclamo legítimo que tiene la causa mapuche del punto de vista histórico y el derecho, no necesita ese tipo de prácticas. Son acciones sin política. -Sin destino. EL PASADO Usted empezó un proceso en los noventa que hoy todos en el mundo mapuche, incluso sus contradictores, le reconocen. -Así es. Hemos hablado con gente de la CAM que dice “Aucán nos dio la bandera”. -El 90, en la era final de la dictadura, logré intervenir y generar una conciencia y, claro, fui muy criticado por nuestra propia gente. Estuve preso, me aplicaron la Ley de Seguridad Interior del Estado, asociación ilícita. Por esa bandera que usted ve ahí, estuve seis meses en la cárcel y solamente por decir aquí tenemos bandera. Y el año pasado reconoció la Contraloría que se puede izar. Ni siquiera me nombraron. Pero yo digo: bien. Usted estuvo en el ámbito internacional varios años. ¿Fue un autoexilio? -No. El 90, cuando estaba compleja la situación con nosotros -porque fuimos allanados un montón de veces y muy golpeados-, nos dimos cuenta que había una discusión internacional en donde se estaban estandarizando los derechos de los pueblos indígenas. Y en 1989, por primera vez, fui a Ginebra a una sesión del grupo de trabajo que estaba redactando una declaración y me di cuenta que había una discusión crucial y decidimos como CTT si seguíamos luchando en Chile para mejorar la democracia o ingresábamos a la arena política internacional y a la diplomacia indígena. Y me embarqué en la discusión del proceso internacional porque entendí que si lográbamos que los tratados indígenas fueran reconocidos, sería una gran herramienta; y si lográbamos que el derecho a la libre determinación se restableciera, sería una herramienta potencial. Estuve 18 años en la negociación y el 2007 llegamos al consenso por el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, entre ellos los mapuches, y al derecho a formar nuestro gobierno. Los tratados están reconocidos. La discusión hoy está en el país y hay que echarla a andar. En ese período en que está en el extranjero en Chile pasan muchas cosas. Surge la CAM. ¿Cómo vio la quema de los camiones en Lumaco? -Bueno, el daño de las forestales es terrible y es una cuestión que uno, conociendo la realidad, preveía y detonó en Lumaco. Y la gente que participa, Ñancucheo y muchos, todos esos son mis sobrinos. Los Raimanes. Raiman Huilcamán son todos, su madre es mi hermana. Ellos dieron un paso un poco más claro, más definido, más radical. ¿Y qué le parece Héctor Llaitul? ¿Lo conoce? -Sí, lo fui a ver en una oportunidad hace unos diez años, allí por Concepción. Me parece una persona que tiene convicciones prácticas. Sin embargo, se observa claramente que requiere una mayor profundización de la cultura mapuche, porque no se trata acá de ser el soldado de los mapuche únicamente. ¿Estar más metidos en las comunidades? -Más que eso, imbuirse del punto de vista cultural. Porque, después de todo, la lucha que está impulsándose y lo que se ve en peligro es la falta de entendimiento de dos culturas. Si uno no compatibiliza eso, puede conseguir muchos derechos y normas y leyes y entendimiento y diálogo, pero al final culturalmente no se está salvaguardando nada. Pero me parece un buen acto, por ejemplo, que él tome la bandera que era originalmente del CTT y la asuma. ¿En qué se equivocó Ud.? -Creo que quizá en muchas cosas. De no haber sido más duro con las formas de opresión política con el Estado chileno, por ejemplo. Quizá pude haber sido más categórico, haber llevado a una lucha más decidida, posiblemente. Y que lo hice un poco tratando de hablarle a la sociedad chilena, porque no es más lucha si uno se atrinchera más, sino que creo que tenemos que hablarle a la sociedad chilena. Acá no gana el más duro. -No es la lucha de quién se atrinchera más. EL PUENTE ¿Cómo evalúa la actitud de este gobierno? -Este gobierno no tiene ninguna voluntad de buscar solución a los problemas del pueblo mapuche. No hay voluntad de diálogo. Son personas que tienen un historial muy comprometido con actos represivos. Que el ministro Chadwick diga que este paro de los camioneros es bueno, para mí ha dejado de ser autoridad. La derecha está desconcertada, no tiene vínculos con la gente. No hay confianza. Aun cuando Chadwick se vaya a quedar una semana allí, a vivir a la comunidad de Temucuicui, la cosa no se va a arreglar. La Concertación, como el PRI, funcionaba bien. Si usted llama hoy a bloquear la Cinco sur, los van a correr. -A mí me van a sacar y vamos a terminar todos detenidos. Y, sin embargo, él no lo hizo. Violó la norma penal. Finalmente, es peor Chadwick que Hinzpeter. ¿Y qué le espera? ¿La Concertación? ¿Le tiene fe? -No tengo fe en la Concertación. No soy un proconcertacionista. Y este gobierno igual. Aun cuando le había ofrecido que pudiéramos hablar algunos temas. Me acuerdo que había una cercanía, o al menos diálogo, con Pablo Longueira. -Sí, con Pablo. Claro. ¿Por qué con Longueira? -Porque Longueira es una persona que dice las cosas claras y de manera sincera. Hay pocos políticos como Pablo Longueira, tengo que reconocerlo. Pablo Longueira ha estado aquí, en esta misma sala, con nosotros. Si invitamos a otra persona, no se arriesga porque empiezan a aparecer los prejuicios y Longueira estuvo aquí, tomando mate con nosotros, comiendo piñón, y dijo dos cosas importantes: que este gobierno no tenía voluntad para resolver el problema y por lo tanto para qué hacer esfuerzos. ¿Y eso cuándo se lo dijo? Al inicio del gobierno. Un año y medio. Era senador entonces. ¿Y qué otra cosa dijo? -Que pudiera abordarse un estatuto de la autodeterminación en la zona y que creo que sería factible de estudiar y buscar alguna manera de solucionarlo. Me pareció importante que lo dijera. ¿Lo reconocería como interlocutor? -Creo que Pablo Longueira es un hombre que puede transmitir las cosas. Un puente. FARC Se han denunciado, especialmente de parte del senador Espina, supuestos nexos con las FARC y grupos terroristas internacionales. Eso se agita cada tanto. ¿Es imposible que pase eso? -Dos cosas: los únicos que tienen contacto directo con un grupo terrorista, o FARC como ellos se llaman, son el canciller Moreno, Alberto Espina, y el presidente Piñera. Y Van Klaveren, que estuvo en La Haya. Tienen contactos directos y permanentes, porque Chile es un país amigo de la negociación que se lleva entre las FARC y Colombia en Cuba y no solamente es observador: da dinero y el que da plata para ese “terrorismo”, es Chile. Moreno, Espina, Piñera y Van Klaveren son los cuatro que tienen contactos. Y los fiscales debieran investigarlos. Y juegan con nosotros diciendo que tenemos contacto. Y otra cosa: creo que las FARC no son útiles para nosotros. ¿Por qué no? -Porque me parece que intentar reproducir ese tipo de prácticas aquí es traer una cosa prestada que no tiene ningún sentido. Una guerrilla no va a funcionar. -Una guerrilla no tiene sentido en este territorio. Y además los mapuche no tienen ni por la cabeza una guerrilla y menos de FARC. Este es el país de América Latina y el Caribe que tiene más control para ingresar. Quizá en Guatemala pueden entrar cientos y miles de ilegales, pero acá no. El gobierno está manipulando información. Si verdaderamente el gobierno quisiera saber si hay contacto entre los mapuche y la guerrilla, tiene toda la posibilidad porque tiene contacto directo con la cúpula. ¿Hay posibilidades que el camino acá sea sin violencia? -Claro. La conformación de un gobierno autónomo en la región no requiere violencia. ¿Pero cómo se imagina la movilización para llegar a ese gobierno autónomo? -No necesita movilización. Si movilización se entiende por luchas callejeras, no. El Estado no se los va a dar porque sí. -No. La conformación de un autogobierno mapuche no va a comprometer la vida de nadie. De ningún mapuche ni de ningún chileno. Tres cosas se necesitan para conformar un autogobierno, y no se necesita ir a discutir con nadie: primero, una voluntad colectiva que surge de la individual; segundo, un contingente o una dotación de mapuches con mentalidad y capacidad de gobernantes y, tercero, un régimen o un sistema de gobierno, un régimen autonómico basado en un estatuto que describa, explique, cómo sería ese sistema de gobierno. ¿Cómo se llega a ese estatuto? ¿Se hace al margen de lo que diga el Estado chileno? Porque la Constitución dice que es un estado unitario, indivisible. Es una placa de bronce que cae encima. -Así es. Pero basta con que un día nos juntemos. El cerro Ñielol puede ser el germen de formación de ese gobierno. Y capaz que en menos de un quinquenio vamos a formar un gobierno. Alguien puede decir “eso es rupturismo”. No. El derecho a la libre determinación es un derecho humano reconocido por la declaración de las Naciones Unidas y Chile es parte. Quien se oponga al ejercicio de la autodeterminación, se está oponiendo a los derechos humanos. ¿Qué pasa si les aplican asociación ilícita? -Es que no pueden aplicar eso, porque lo vamos a hacer al amparo del derecho internacional, bajo el artículo tres de la declaración. Tenemos un manto de protección y por eso estamos discutiendo. LOS CAMBIOS ¿En esta mesa cabe Héctor Llaitul? -Completamente. La formación de un autogobierno da cabida a todos los mapuches, incluso a los presos políticos mapuches. Si tuviéramos un gobierno, esos serían presos políticos del gobierno mapuche, tendrían un estatus jurídico internacional distinto. Usted le va a plantear esto a la derecha. ¿Cómo cree que se lo va a tomar la Concertación? ¿Bachelet? -Creo que Michelle Bachelet tendría que aplaudir esta iniciativa. ¿Por qué? -Porque en estos tres años en que ha estado en Naciones Unidas, este es el tema permanente. Si no lo hiciera, prácticamente se ha falseado su propia vida porque entonces en la ONU está por dinero o por otras cosas. ¿Y hay un presidente pensado? -Creo que no, en eso está la discusión. Estamos discutiendo si vamos a instalar un gobierno de sistema tradicional, o un sistema clásico, o vamos a hacer una mezcla, para que sea operativo y para que el mundo lo entienda. ¿Sistema tradicional sería gobierno de los loncos? -A base de una especie de consejo de loncos, pero evidentemente eso tiene que estar regulado. Creo que lo ideal, si estuviéramos solos, sería un estatuto consuetudinario. Sin embargo, en el mundo en que vivimos requerimos de regular eso y necesitamos un estatuto. Estamos trabajando en eso. Lo tenemos casi listo, hemos hecho varias sesiones de la escuela de autogobierno aquí por el tema del desarrollo de este estatuto. ¿Esto es primera vez que pasa en el mundo mapuche? Que hay una unificación. -Claro, hay una especie de reunificación. Después de la Pacificación ha habido pocas oportunidades, del propio mundo de nosotros, de reunirnos. Pero ahora hay una experiencia acumulada. Hay, también, una mayor capacidad orgánica de los mapuche de tomar decisiones. Esto es desafiar pacíficamente al Estado chileno. -A base del derecho. Esto supone para Chile cambiar la Constitución. -Exactamente. Cambiar la Constitución, cambiar el tipo de relación que hay. Tendría que haber una doble ciudadanía y eso no es difícil, porque ya hay experiencias. Pongamos que se constituye este gobierno. ¿Qué va a pasar? -El gobierno tiene que tomar decisiones y hacerlas valer y respetar. Y para eso va a depender de la voluntad y de la firmeza del propio pueblo, de poderla aplicar por un lado, y por otro lado, de la sociedad chilena y las instituciones que se traten de armonizar. Evidentemente, uno puede imaginarse muchas cosas y por eso es importante que le informemos a la sociedad chilena para que no se sorprenda y asuma una reacción histérica y no vea que es contra los chilenos. Al contrario, es producir un entendimiento sobre la base de una relación institucional que hoy día no hay. Los más conservadores van a pensar que ustedes quieren la secesión. -Claro, pero eso es para los más reaccionarios y a la vez ignorantes, porque Naciones Unidas no va a adoptar una declaración en contra de otro Estado. Los tratados están reconocidos por el derecho internacional; los celebrados entre pueblos indígenas y Estados deben observarse y cumplirse de buena fe. El mismo argumento utilizado en La Haya por Chile debe aplicarse aquí. No hay una aplicación automática, porque eso sería una idea genérica y sin sentido práctico. Esto se parece a la Autoridad Nacional Palestina. -Muy parecido, y mira qué diferente: a los palestinos nunca se les quiso reconocer el derecho a la libre determinación. Sin embargo, los pueblos indígenas y los mapuche, hemos logrado consensuar una norma que lo respalda y garantiza de manera expresa, diciendo que sí tienen derecho a gobernarse. El día que formemos nuestro gobierno acá en el sur, el mundo tendría que celebrarnos, porque estamos haciendo uso, de manera efectiva, eficaz, de una norma que se tomó 25 años en hacer. ¿Y Aucán sería como Arafat? -Arafat es mucho. Te quiero poner un ejemplo: el día que formemos nuestro gobierno, si el gobierno de Chile se cierra, vamos a enviar nuestra misión a la OEA para que se nos reconozca y por lo tanto irá el canciller chileno y la delegación mapuche a plantear este tema. Y la OEA nos manda a la casa o nos reconoce. ULTRAS Y EMPRESARIOS ¿Cómo se le habla a los jóvenes que participaron en los últimos eventos? La generación que está hoy en las movilizaciones, metida en una espiral de violencia. -El desafío está. Por eso la voluntad individual es clave: definimos que el autogobierno, su formación, es un área donde podemos converger todos y, si lo aceptamos, tenemos que trabajar todos hacia ese norte. Ahora, si cada mapuche se asume a su manera y se auto otorga una licencia para hacer lo que le da la gana, la autodeterminación nunca la vamos a conseguir. También en su pueblo hay mucha desconfianza entre ustedes mismos. -Claro. Porque mucha gente ha usado la causa mapuche para beneficios personales. Por ejemplo, muchos mapuches en la intendencia que trabajaban con la Concertación ahora asesoran a un gobierno de derecha a nombre de la causa. Hay legítima desconfianza. Pero no puede ser la razón para no actuar. ¿Qué señal le va a mandar este autogobierno a las fuerzas productivas de la zona? Agricultores, colonos, forestales. -Ellos tienen que hacer un reconocimiento claro que están en el territorio mapuche. Hasta el momento, parten de la idea que aquí hay propiedad al momento que llegan ellos. Y mientras no tengan la valentía de reconocer que estas tierras fueron de los mapuches y que se lo adjudicaron ellos y que después hubo irregularidades y tomaron más tierras; mientras no tengan la valentía de reconocerlo, no ayudan a buscar una solución. ¿Y ese reconocimiento significa devolver las tierras? -Puede ser. O puede ser un acto de restitución una parte y otra hasta simbólico, porque en definitiva el que tiene responsabilidad de restituir, indemnizar, es el Estado. Y si el Estado se las compra a ellos y nos las restituye a nosotros, es un entendimiento propio, pero la situación mapuche no es un problema entre particulares. El Estado chileno nos llevó a esta situación y es el único que tiene compromisos internacionales, el que puede hacer respetar los derechos humanos, indemnizar al pueblo mapuche. Chadwick dijo que tienen un gran apoyo internacional. -Si tuviera que responderle, diría que somos poderosos porque tenemos un poderoso fundamento: que el derecho internacional está a nuestro favor. Y que los derechos territoriales son nuestros y Chile no lo ha resuelto. Y eso la comunidad internacional lo está viendo. Lo poderoso radica ahí. POLICÍA Y ECONOMÍA Tú hablabas de un quinquenio para instalar el autogobierno. -No debiera ser más allá. De aquí a cinco años debiéramos tener el contingente suficiente de mapuches para gobernarnos. Cinco años. -Me gustaría antes; me hubiera gustado en el marco del Bicentenario pero ya eso no fue. Ahora creo que nos queda ese período. Y en el tema de los tratados vamos a ser más específicos. ¿En qué sentido? -Vamos a proponer la conformación de una comisión paritaria de alto nivel entre el Estado y una comisión mapuche. Y posiblemente uno de los que va integrar esa comisión –estoy ya revelando nombres- podría ser hasta Francisco Huenchumilla. De ese tipo de gente para dialogar con el gobierno. ¿Cuál va a ser la relación de este proceso que empieza para ser autogobierno con la CAM? -Creo que los vamos a llamar a que se incorporen. ¿Colocando condiciones? -No hay ninguna condición. Tienen que adherir al tema de los tratados, porque eso es un tema acabado. Ponerse a discutir los tratados sería una conversación fuera de lugar porque son textos acabados. ¿Es compatible estar en esta mesa y seguir con movilizaciones agresivas hacia el Estado? -No le podríamos poner la condición que tengan que cambiar de línea en su acción. Ellos tienen su estrategia y estamos definiendo un área común donde podemos converger. Nosotros no convergemos en la acción de ellos. Estamos convergiendo en algo que estamos construyendo colectivamente. Tendrían que adherir y si no lo fueran, tampoco nos vamos a detener por ellos. Quiero ser claro: no nos vamos a detener por una organización que diga no estoy de acuerdo. Tienen todo el derecho a discrepar, disentir, alejarse. Pero no voy a limitarme a actuar para la conformación de un gobierno porque alguien no está de acuerdo. Y además ningún gobierno en el mundo parte con la mayoría, primer principio que tengo en cuenta. ¿Es legítimo lo que estamos haciendo? Si es legítimo, hay que hacerlo. Si no está en contravención a ningún derecho mapuche, hay que actuar. No me voy a detener porque hay diez o veinte mapuches o grupos o agrupaciones que discrepan. Tienen el derecho; quédense en eso si quieren. Pero el mundo está esperando cuándo se autogobierna el mapuche. Si no lo hacemos, somos unos inútiles colectivos. No voy a desechar el reconocimiento de los tratados mapuches cuando están respaldados por el derecho internacional porque alguien tiene una interpretación distinta. ¿Y la CAM la tiene? -No tiene ninguna de las dos cosas. Ellos hablan de liberación y liberación para mí es un concepto completamente confuso. Yo sé en qué contexto se utiliza ese concepto y nunca he visto de ellos una precisión. Se utiliza en aquellos grupos armados que quieren tomar el poder en un país, como fue en Centroamérica, en Nicaragua, El Salvador. Si eso están diciendo, creo que estamos lejos, porque en definitiva no quiero tomarme el poder en Santiago. Ellos se plantean también anticapitalistas. ¿Eres anticapitalista? -Claro. La lucha mapuche es anticapitalista porque en definitiva se nos ha introducido el capital como inversión y como forma de convivir y de vida. El capitalismo es un asunto que afecta al pueblo mapuche en su cultura y en sus derechos. Pero el sistema es capitalista. ¿Los mapuche están pensando en cambiar también el modelo económico? -Claro. Creo que un sistema de gobierno tiene que tener un modelo económico. Y ese modelo económico puede incorporar elementos del colectivismo, de la esencia de la cultura mapuche, y también elementos que ofrece hoy el mundo del capitalismo y tenemos que ver hasta dónde salvaguardamos ese punto. Porque un sistema económico puro de los mapuches hoy, con el estado de dominación, de colonialismo que tenemos, va a ser difícil. Se puede plantear, pero es difícil. La CAM tiene la utopía del lof, el espacio en el campo comunitario. ¿Es real? -Eso es un buen deseo. Yo los entiendo, porque muchos de esos muchachos que han decidido luchar de manera firme y decidida han sido afectados personalmente, ellos y sus familias, incluso su lof. Incluso ellos no son hablantes, no viven en comunidad. Entonces, es un sueño, un deseo permanente del retorno. Pero no es mi caso. Yo vivo en mi comunidad. Estoy asentado ahí. Incluso, mira, yo quiero mostrar que los mapuche aún cuando estudiemos en cualquier universidad podemos asentarnos en nuestra comunidad siendo profesionales y no haciendo el recorrido de comunidad-Temuco-Santiago. O el mundo. El retorno al campo. -A la comunidad, al lof. Si alguna vez soy abogado, voy a poner un letrero grande ahí, asesorías jurídicas por el derecho a la autodeterminación. Lo voy a hacer y le voy a demostrar a nuestra gente que no podemos perder el cordón umbilical de la cultura, de la pertenencia. Cuando hablamos del sistema económico, ¿quiere decir que podemos llegar a tener en Chile un sistema económico determinado hasta el Biobío y otro para el sur? -Podría ser. No sé si tan distante, pero que va a tener su propia particularidad. No podría ser un autogobierno mapuche con un sistema capitalista. Yo tendría que decir entonces no participo de esto. Y el gobierno mapuche: ¿Una democracia como la entendemos? ¿Qué pasa con las autoridades ancestrales? -Eso tenemos que discutirlo: si es un sistema estrictamente indígena tradicional u optamos por una mezcla que sea operativa. Puede ser entre lo tradicional y lo clásico, porque hoy un gobierno estrictamente tradicional no sería viable. Tenemos que buscar si participa el individuo mapuche del gobierno o participa el lof. Esa es una discusión. Cómo se salvaguarda el lof tiene que estar en el estatuto. ¿Cómo va a ser la elección? Creo que tenemos que hacer funcionar el principio del consenso, de la experiencia. No apoyaría que un mapuche sea sometido a una elección si estoy eligiendo al más inepto. Tenemos que tener principios y criterios para la elección. Pero en una democracia, gana el que tiene más votos. -Pero en la cultura winka. Por ejemplo, una machi que elija o desconozca, la machi sigue siendo machi. Aun cuando la institucionalidad mapuche diga que no es operativa, sigue funcionando. Por eso digo cinco años, porque hay que desarrollar esta discusión, precisarla. ¿Policía mapuche? ¿Se considera? -Tiene que haber. Ahora, qué facultad, qué estatus tiene eso, hay que discutirlo. No podría existir un sistema de gobierno sin que disponga de algún elemento que haga cumplir cosas que a veces requieren de ciertos actos de fuerza. Está considerado. He tenido a la vista el estatuto autonómico de Groenlandia, el de los vascos. Hemos estado discutiendo eso en la escuela de autogobierno que estoy promoviendo. Al gobierno le va a dar patatús. -¿Crees?

martes, 15 de enero de 2013

A continuación publicamos el Decreto Supremo del Presidente de la República de Chile del año 1859, Manuel Montt, para Ocupar la Araucanía. Esta documento histórico aparece en el libro "Crónica militar de la Conquista y Pacificación de la Araucanía, desde el año 1859 hasta su completa incorporación al territorio nacional", del militar Leandro Navarro Rojas, que fue protagonista de esos acontecimientos. Muchos de los puntos ordenados por el presidente de Chile de aquel entonces se siguen aplicando ahora. Este decreto es en definitiva la orden de invadir el territorio del Pueblo Mapuche y es similar a varias de las medidas que el actual y anteriores gobierno siguen implementando. 5°RESUELVE SAAVEDRA ACOMETER LA PACIFICACIÓN Y CONQUISTA DE LA ARAUCANÍA En junio de 1859 se trasladó el señor Saavedra a Santiago, a exponer su proyecto al Presidente de la República don Manuel Montt, quién comprendió la magnitud de la empresa y confianza que les inspiraba, el genio del hombre que le concebía, aceptó de lleno el plan de conquista y pacificación, pero había muchas opiniones que vencer, muchas razones que atender y un cúmulo de apreciaciones optimistas como luego veremos; sin embargo, pudo decirse que la ocupación y conquista de la Araucanía quedó resuelta por el decreto supremo que copio: Santiago, septiembre 17 de 1859. Con esta fecha S.E. el Presidente de la República ha decretado lo que sigue: Se autoriza al comandante General de Armas de la provincia de Arauco, Jefe de la División, que debe obrar contra los indígenas: 1° Para invertir hasta la cantidad de 25 mil pesos en gastos extraordinarios de guerra. 2° Para invertir hasta la cantidad de 8 mil pesos en guerrillas y partidas sueltas que auxilien las operaciones del Ejército. 3° para invertir hasta la cantidad de 4 mil pesos, en pago de espías o indivuos que se introduzcan entre los indios y demás gastos de esta clase. 4° Para hacer rancho al Ejercito y Guardia Nacional, le acompañasen en sus operaciones, desde el día que éstas principien o para sustituir el rancho por un real diario. La comisaría abrirá una cuenta especial a cada uno de los objetos que quedan expresados y cargará a ella las cantidades que entregase según las órdenes del Comandante en Jefe. Tómese razón y comuníquese Dios guarde a UD. _______________ Fuente: "Crónica militar de la Conquista y Pacificación de la Araucanía, desde el año 1859 hasta su completa incorporación al territorio nacional". Leandro Navarro Rojas. Pehuen Editores 2008. (Extracto de la página35. Primera Edición).